RAFAEL RAMÍREZ ESCOTO

 

MERCEDES ESCOLANO

 

 

          Hay que observarla, y es todo un espectáculo, armada con redes, tridentes y demás aparejos de pesca, irrumpiendo las agua donde habita el mar, dispuesta a arrastrar al monstruo licuo hasta la orilla, limpiar los tritones que modulan su costra azul, para luego cercenarle las vísceras en busca de su vibración. Y la acaricia. Y la mide. Y la bebe. Y la esconde como su más cumplido tesoro del naufragio. Porque sólo ella, la descifradora, conoce el verbo y el sexo del mar. Ha vivido largos años junto a este incógnito amante, internada en el manicomio de los viejos lobos, y probablemente nunca renuncie a la locura de saberse poseída por Poseidón. Más bien la perpetúa con palabras y corales cosidos con ritmo cabalístico a sus labios. Su voz ha resuelto el jeroglífico azul, y de ahí toda su poesía.

 

 

 

(Prólogo al cuaderno de poemas Mercedes Escolano, Centro Cultural de la Generación del 27, Diputación Provincial, Málaga, 1997 )